Los usuarios de Windows pueden actualizar su sistema operativo a la última versión siempre que puedan pagar la actualización y su hardware sea compatible. Los usuarios de Mac OS X están acostumbrados al mismo proceso. Los usuarios de Linux básicamente pueden actualizar indefinidamente de forma gratuita. Es posible que los usuarios de iOS no esperen una vida útil tan larga de sus dispositivos, pero al menos pueden esperar soporte en las próximas dos versiones. Los usuarios de Android, sin embargo, enfrentan una situación drásticamente diferente. Muchos dispositivos Android, especialmente los modelos económicos, nunca ven una sola actualización. La mayoría solo recibe una actualización importante. ¿Por qué es tan complicado actualizar un Android?
Android es de código abierto
El sistema operativo Android no es el primer sistema operativo móvil de código abierto, pero ha encontrado el éxito más generalizado. Google publica el código fuente de Android bajo una licencia de Apache, lo que permite que los fabricantes de teléfonos, los operadores inalámbricos y cualquier otra persona que pueda utilizarlo manipulen libremente el software. Android ha aparecido en todo, desde refrigeradores hasta relojes.
Esto es a la vez una bendición y una maldición. El sistema operativo de Android se ha podido propagar tan rápido porque es de código abierto, lo que brinda a los fabricantes un sistema operativo que pueden usar sin tener que pagar tarifas de licencia. Al mismo tiempo, la libertad de manipular significa la libertad de bloquear las cosas. Los fabricantes pueden agregar y restringir funciones como lo deseen. Cuantos más cambios hagan en el código, más trabajo tendrán que hacer para implementar cualquier actualización que publique Google. Cada dispositivo también es físicamente diferente entre sí, lo que complica aún más las cosas. La mayoría de las veces, los fabricantes no se sienten obligados a gastar los recursos necesarios para respaldar un dispositivo en particular por mucho tiempo.
El mercado móvil
Los operadores inalámbricos simplemente tienen prioridades diferentes a las de sus consumidores. Si bien los usuarios preferirían usar sus nuevos teléfonos inteligentes durante el mayor tiempo posible, los operadores quieren atraerlos nuevamente a la tienda. En los Estados Unidos, donde la mayoría de los teléfonos inteligentes se venden con contratos de dos años, los operadores inalámbricos se ven obligados a atraer personas para renovar sus contratos siempre que sea posible. Si el mercado no ha cambiado lo suficientemente rápido como para que un teléfono en particular se vea o se sienta obsoleto, entonces el software obsoleto es su mejor apuesta para lograr que un consumidor se comprometa con un nuevo contrato. A pocas personas les gustan los contratos, pero una vez que descubren que no es posible actualizar un Android, se resignan a obtener otro contrato. A un operador le gusta la idea de que una nueva actualización del sistema operativo atraiga a los consumidores a comprar sus nuevos teléfonos insignia. ¿Por qué renunciar a eso gratis?
Google no controla el hardware
Con la gran mayoría de los dispositivos Android, Google no controla el hardware. Si bien puede molestar a Google cuando las personas se sienten frustradas con su experiencia con Android, Samsung o HTC solo se preocupan por la experiencia de las personas con sus teléfonos en particular. Google se beneficia de que alguien use Android, independientemente del teléfono que tenga, pero a los fabricantes no les importa si alguien usa Android en el dispositivo de otra persona. Quieren que las personas amen sus teléfonos lo suficiente como para ser leales, pero no tanto como para que no se sientan obligados a comprar el próximo lanzamiento. Los dispositivos Nexus son los únicos sobre los que Google ejerce un alto grado de control, a pesar de que la compañía todavía no ha dado soporte a ninguno de sus dispositivos durante tanto tiempo como Apple.
Mirando hacia el futuro
Si bien actualizar un Android tiende a ser una molestia, la mayoría del software sigue siendo compatible con la mayoría de los teléfonos Android que existen. Esto se debe a que Google puede actualizar Google Play y varios servicios clave en segundo plano. En el futuro, Google está transfiriendo más funciones a estos servicios separados que anteriormente se habrían guardado para actualizaciones del propio sistema operativo. De esta manera, los usuarios de Android aún pueden disfrutar de las últimas funciones sin tener que realizar una actualización completa. No resuelve el problema, pero a menos que Google comience a añadir más condiciones cuando comparte el código fuente de Android con los fabricantes, es lo mejor que podemos esperar por ahora.