La temperatura se elevó a unos 155 grados centígrados, por lo que la región de devastación llegó a mucho más de 1600 kilómetros del centro del cráter en minutos. La gruesa y amplia cubierta de minerales y otros elementos que se formó en el cielo, a causa de la eyección del encontronazo y de los gases resultantes de los incendios. Principalmente, se cubrió el cielo de yeso, un material que contiene sulfatos y que en aquella temporada cubría gran parte de la península de Yucatán. El yeso volatilizado y transformado en sulfatos se elevó hacia la atmósfera en enormes proporciones y esto provocó que la luz del sol no pudiese llegar a la superficie de la Tierra. De esta manera, por una reacción u otra, los seres vivos de la temporada fueron muriéndose poco a poco otra una gran parte de la vida restante en el planeta. Con el pasar de los años esta capa salió disolviendo, cayendo en parte a l atierra, admitiendo que la luz del sol regresara lo suficiente a fin de que la vida resurgiera a partir de los pocos sobrevivientes que había.
Los modelos utilizados en el estudio apuntan a que, tras un drástico invierno global provocado por el impacto del asteroide, el calentamiento resultado del CO2 del vulcanismo pudo haber ayudado a volver a poner muchos hábitats de los efectos causados por el meteorito. Chiarenza apunta que el calentamiento causado por el volcán «asistió a impulsar la supervivencia y la restauración de plantas y animales». Según explicó Hull, bastante gente ha especulado que los volcanes fueron importantes para el evento de la extinción. En cambio, basado en sus desenlaces, los gases de las erupciones pudieron haber desempeñado un considerable papel en el momento de ofrecer forma a distintas especies surgidas tras la extinción, en rincón de haber sido los impulsores del evento inicial. Por tanto, el encontronazo y las extinciones crearon una ocasión a fin de que nuevas especies evolucionaran y el vulcanismo del Decán contribuyó a la lenta restauración de los ecosistemas tras el evento. Los dinosaurios se extinguieron hace 65 millones de años, en la frontera entre los periodos Cretácico y Terciario.
Según los especialistas, una roca debería tener un ancho mínimo de 10 kilómetros de diámetro para provocar en la Tierra un cataclismo capaz de aniquilar a la mayoría de las especies. Pese a que todos y cada uno de los días somos bombardeados por pequeños fragmentos de rocas del sistema del sol que entran en la atmósfera, comunmente llegan a la Tierra con un tamaño pequeñísimo, o no lo bastante grande como para provocar algún daño importante. Pero los científicos tienen claro que una catástrofe afín debe acontecer, por estadística, tarde o temprano. Además, el aparato considera que los efectos a largo plazo del episodio de vulcanismo ayudó a volver a poner la vida en la Tierra.
Teorías Sobre La Extinción
Las la capa de ceniza y hollín que al final recubrió la Tierra señalan que los incendios consumieron alrededor del 75% de los bosques de todo el mundo. Entre los pocos supervivientes se encontraban ciertos mamíferos que, liberados de la competencia de los dinosaurios, pudieron superar en una amplia y extensa variedad de formas. Como expresa Losos «La existencia de semejantes comunidades requiere que haya algún proceso determinista, capaz de modelar su composición. Algo que guíe la evolución de los lagartos por la misma senda, una y otra vez». El autor mira que la longitud de las patas depende de la anchura del medio habitado por Anolis, las especies que habiten troncos gruesos serán de patas más largas que las que habiten ramitas mucho más finas. La hipótesis explicativa sería que primero se produce una plasticidad fenotípica que correspondería a la respuesta del organismo a la lectura del medio que no respondería a una mutación genética, para que después se generara la mutación genética aleatoria que se incorporaría al genotipo. Así, aparece el azar y las especificaciones propias del darwinismo cuando bajo un paradigma lamarckiano se explicaría diciendo que el animal lee el medio y se convierte en una exclusiva clase.
En el final del Cretácico, hace 66 millones de años, el impacto de un asteroide gigantesco en Chicxulub, en la costa de México, obscureció los cielos y enfrió el mundo, matando a todos los dinosaurios salvo las aves. Loeb afirma que comprender esto no solo es crucial para resolver un misterio de la historia de la Tierra, sino que podría ser fundamental si tal evento amenazara al planeta. La pareja dice que su nueva tasa de impacto es consistente con la edad de Chicxulub, ofreciendo una explicación exitosa de su origen y otros impactadores similares. «Nuestra hipótesis pronostica que es mucho más probable que otros cráteres del tamaño de Chicxulub en la Tierra correspondan con un impactador con una composición primitiva de lo que se esperaba de los asteroides comúnes del cinturón primordial», escriben los estudiosos en el producto.
Por último ni los neutralistas niegan la presencia de algunas mutaciones buenas, ni los darwinistas niegan la aparición de algunas mutaciones neutras. Incluso un organismo como el humano cambia sus células múltiples veces a lo largo de la vida, preservando, según dicen, solamente una parte de las neuronas. Queda prohibida toda reproducción sin permiso escrito de la compañía a los efectos del artículo 32.1, párrafo segundo, de la Ley de Propiedad Intelectual. También, a los efectos establecidos en el artículo 33.1 de Ley de Propiedad Intelectual, la compañía hace constar la correspondiente reserva de derechos, por sí y por medio de sus redactores o autores. Este acontecimiento, destaca, provoca que el enorme cometa se rompa en extractos mucho más pequeños y, al salir de la órbita, «hay una probabilidad estadística de que éstos impacten con la Tierra».
Teoría Del Cambio Climático En La Extinción De Los Dinosaurios
De todas maneras todo sería mucho más simple si la adquisición de mayores escenarios de entropía o lo que es exactamente lo mismo de caos se hubiese producido de una forma homogéneo en todo el espacio universal. La aparición del orden se genera aun en sistemas apartados del equilibrio a través de la presencia de estructuras ordenadas, favoreciendo reacciones que de otra manera no se realizarían, y además de esto lo hacen a la luz de un orden, tan necesario para todo aquello relacionado con la vida . Al no ser capaces de encontrar una razón intrínseca a la Tierra para estos periodos de 30 millones de años, los investigadores apelan a distintas causas, una de ellas, por servirnos de un ejemplo, sería astronómica. El Sol da una vuelta alrededor del centro de la galaxia cada 250 millones de años, pero dando esta vuelta nuestra estrella atraviesa el chato galactico de un lado al otro tal y como si cosiera con una aguja dicho plano. De esta manera atraviesa el chato una vez cada 30 millones de años y se recomienda que las perturbaciones producidas por el paso de esta región serían las causantes de las extinciones masivas. A lo largo de este período de calentamiento, los seres vivos habrían evolucionado adaptándose al efecto invernadero.
«El auténtico asesino tuvo que venir de la atmósfera», explica, «la única forma de hallar una extinción masiva global es un efecto a escala atmosférica». Aceptar que un sistema superior sufre ciclos rítmicos, si bien algo irregulares, de extinciones masivas, implica asumir que periódicamente se agita el sistema en pos de nuevas resoluciones evolutivas. Es aceptado normalmente, por servirnos de un ejemplo, que la extinción del Cretáceo favoreció la explosión y radiación de los mamíferos sobre la área del mundo. Alguno de estos ciclos evolutivos podría llegar a generar una especie que resultara eficaz para alargar la vida. Los científicos calculan que el asteroide golpeó la Tierra con una fuerza mil millones de ocasiones superior a la de lasbombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki. Este encontronazo, que dejó un cráter de 200 km de diámetro, habría lanzado a la atmósfera material a alta velocidad, provocando una secuencia de eventos que provocaron un invierno global, destruyendo mucha de la vida en la Tierra en cuestión de días.
Eso no significa, no obstante, que el asteroide fuese la única causa de la extinción de los dinosaurios. Renne y su aparato concluyeron recientemente la fecha y el sitio mucho más precisos para el impacto de un asteroide, que se habría producido en la península de Yucatán, en lo que actualmente es México. «Es un estudio impresionante que argumenta que a pesar del importante tamaño del asteroide, las posibilidades de una extinción en masa en sí eran bajas», asegura Paul Chodas, director del Centro de Estudios de Elementos Próximos a la Tierra del JPL de la NASA, en el presente artículo de Nat Geo.
Descubren Una Nueva Especie De Dinosaurio En México
Los científicos han investigado durante muchos años por qué murieron estos animales, mientras otros mamíferos, como las tortugas, los cocodrilos y ciertos anfibios subsistieron. Entre finales de los años 70 y principios de los 80 se ha propuesto la teoría del meteorito o asteroide de 12 km de diámetro que impactó en la Tierra, en concreto en la región de la península de Yucatán en México, como causante de la extinción de los dinosaurios. Pertence a las preguntas mucho más usuales que todavía viran en torno a estos animales del pasado. Aunque la ciencia ahora ha predeterminado una datación y un fundamento de esta situación, hoy día merced al avance de la ciencia se muestran mucho más detalles y desenlaces de estudios sobre ello y se han presentado más teorías y también, aun, algún viable cambio de fecha en ciertos casos. El asteroide se vaporizó en el impacto y sus componentes se mezclaron con restos de la corteza terrestre.
Se redujo la gran variedad de tiburones y el plancton, la base de la cadena alimenticia del océano, se vio muy perjudicado. Mandar comentarioHe leído y acepto la política de privacidadRed Backlink To Media recopila los datos personales solo para empleo interno. Además de esto, el nivel de las aguas del mundo descendió relevantemente gracias a la importante bajada de las temperaturas. Otro aspecto más de un cambio importante en el ambiente de aquella época, a la cuál estos enormes animales no pudieron adaptarse a tiempo. «Nuestro artículo da una base para explicar la ocurrencia de este evento», dice Loeb. «Estamos insinuando que, de hecho, si rompes un objeto cuando se aproxima al sol, podría dar rincón a la tasa de acontecimientos correcta y asimismo al género de encontronazo que mató a los dinosaurios».
El impacto provocó sunamis, desencadenó incendios forestales masivos por todo el mundo y arrojó tal proporción de humo y azufre a la atmósfera que bloqueó la radiación del sol, ocasionando un intérvalo de tiempo de enfriamiento global que terminó con tres cuartas partes de la fauna que poblaba en la Tierra. La teoría de los volcanes surgió a causa del estudio de un periodo de gran actividad volcánica que también ocurrió hace 65 millones de años y podría haber extendido iridio por todo el planeta, junto con el polvo que escondía la luz solar y los gases de efecto invernadero. Ciertos científicos pensaban que las dos podían haber contribuido a la extinción, y otros sugerían que la causa real fue el cambio del tiempo y el incremento del nivel del mar. El ecosistema se muestra fuertemente articulado, tanto en el instante de las extinciones como si hacemos caso a Lin Chao en el momento de producir nuevas resoluciones. En Paleontología se sabe que son las considerables crisis biológicas las que han traído las considerables soluciones, los nuevos grupos revolucionarios de seres vivos.
No obstante, este estudio nuevo abre una exclusiva puerta al conocimiento sobre el papel del carbono de los magmas a lo largo de algunas de las erupciones volcánicas más enormes de la Tierra. Sin embargo, un equipo internacional de estudiosos de la Facultad de Yale publicaron un estudio en la revistaSciencedonde afirmaron que el impacto ambiental de las erupciones masivas ocurrió bastante antes del evento de las extinción y, por tanto, no pudo ser la causa. Otra de las teorías que más apoyan los estudios científicos completados hasta la fecha es que los volcanes terminaron con los dinosaurios. Se han encontrado evidencias de que en la fecha de esta extinción hubo una gran actividad volcánica, que se extendió a lo largo de bastante tiempo sin interrupciones, más que nada en la una parte de la India. De hecho, estas erupciones llegaron a cubrir de lava más de 2,6 millones de kilómetros cuadrados de la India.